Síntomas en las articulaciones y músculos

Si la esclerodermia ha afectado a tus articulaciones y músculos, puedes encontrar maneras de aliviar los síntomas. Aquí puedes encontrar algunos ejercicios sencillos que te ayudarán.

Puesto que la esclerodermia afecta a cada persona de manera diferente, a algunas personas pueden resultarles sencillos estos ejercicios, mientras que a otros pueden parecerles más difíciles. Pero no te preocupes, ve a tu ritmo.

Intenta realizar los siguientes ejercicios en ambos lados del cuerpo.¹

La estrella de mar

Forma un puño con la mano.
Extiende todos tus dedos de manera que tu mano parezca una estrella.
Aguanta durante 5 segundos y repite 3 veces.

Deslizamiento del pulgar

Toca la punta de tu dedo meñique con la punta del dedo pulgar (de la misma mano).
Desliza la punta del dedo pulgar por toda la longitud del dedo meñique.
Repite con los demás dedos, comenzando por el dedo anular.

Estiramiento del cuádriceps²

Apóyate de pie sobre la pierna izquierda. Agárrate a un objeto estable si pierdes el equilibrio.
Flexiona la pierna derecha hacia atrás y agárrate del tobillo.
Tira suavemente del pie hacia la nalga hasta que notes una sensación de tirantez firme pero no dolorosa en la parte anterior del muslo.
Si no puedes llegar al tobillo, coloca una silla detrás de ti. Coloca la pierna derecha en la silla, con la rodilla doblada el máximo posible y, a continuación, tírate hacia atrás sobre la silla para notar la tirantez.

Rotación de cuello²

Mientras te sientas con la espalda recta, gira la cabeza hacia un lado y mira por encima del hombro. Mantén la cabeza recta, no mires hacia arriba ni hacia abajo.
Debes poder sentir un estiramiento cómodo en el lado contrario del cuello.

Los ejercicios deben centrarse en todo el cuerpo. El ejercicio cardiovascular suave como caminar, nadar o ejercicios de estiramientos, como el yoga, pueden ser útiles.²

Contacta con tu médico

Informa a tu médico sobre cualquier problema para que pueda averiguar la causa y ayudarte.

“En primer lugar, no te asustes. Todos somos diferentes. No he conocido a ningún otro paciente con los mismos síntomas.”

María