Se especializa en el corazón y los vasos sanguíneos. Analizará cualquier ecocardiograma, electrocardiograma o exploración cardíaca que puedan realizarte. Puede participar en tu atención si tienes la presión arterial alta en los pulmones (hipertensión arterial pulmonar) o la presión arterial sistémica alta (hipertensión) relacionada con los riñones.

Se especializa en los dientes y las encías. El dentista puede ser la persona a la que acudas si tienes síntomas como sequedad de boca, úlceras en la boca o dolor en la mandíbula.

Se especializa en afecciones de la piel. Si tienes síntomas cutáneos obvios, quizá sea uno de los especialistas que te atienden.

Al igual que sucede con muchas enfermedades crónicas, es importante que cuides de ti mismo. Es posible que visites a un dietista si tienes problemas con el aparato digestivo o si tienes un estómago sensible.

El especialista en medicina interna es un especialista de hospital general que trata todo tipo de afecciones que no requieren cirugía. Puede actuar como tu médico general para la esclerodermia y enviarte a otros médicos especialistas en función de los síntomas que tengas.

El fisioterapeuta puede proporcionarte ejercicios y consejos para mantener la movilidad y la independencia, según sea necesario. Se centran en el cuerpo en su totalidad y pueden contribuir a restablecer la movilidad a la vez que también ayudan a reducir el riesgo de lesiones futuras.

Se especializa en problemas con el aparato digestivo (boca, estómago e intestinos). Quizá te atienda este tipo de médico si experimentas síntomas en la boca, el estómago o el intestino que necesiten estudios adicionales.

Se especializa en los órganos reproductivos de la mujer y ayuda a controlar la fertilidad, el embarazo y el parto, así como los trastornos hormonales. Quizá acudas a este médico si tienes problemas con tu salud sexual, como sequedad vaginal.

Se especializa en las defensas del cuerpo: el sistema inmunitario. Puede guardar relación con síntomas de todo el cuerpo, pero es posible que se centre en los resultados de los análisis de sangre, ya que le proporcionan al médico mucha información sobre la actividad de tu sistema inmunitario y qué combate.

El médico de atención primaria o de familia quizá haya sido el primer médico con el que hablaste cuando tuviste los primeros síntomas. Quizá sea también la primera referencia a la que acudir cuando aparecen nuevos síntomas o cuando necesitas información sobre los medicamentos u otros problemas de salud que tengas (conocidos como enfermedades concomitantes).

Se centran en los pulmones y son expertos en el diagnóstico, la vigilancia y el tratamiento de enfermedades pulmonares. Controlarán tus pulmones y quizá soliciten exploraciones u otras pruebas para comprobar el funcionamiento de tus pulmones.

Estos médicos son especialistas en el cerebro y los nervios. Algunas personas con esclerodermia quizá acudan a estos médicos para consultas sobre el tratamiento del fenómeno de Raynaud grave u otros problemas de dolor o movilidad. Es posible que también investiguen algunos de tus síntomas para ver si también se deben a la esclerodermia.

El personal de enfermería puede ayudarte con diversos síntomas. Pueden ser un recurso valioso de asesoramiento práctico en la vida cotidiana, con los medicamentos y consejos de salud. Quizá puedan ayudarte con algunos de tus tratamientos o pruebas.

Un podólogo cuida de la salud de los pies y las extremidades inferiores de las personas. Quizá no necesites un podólogo, pero es bueno saber que están para ayudarte a controlar los síntomas que puedan surgir en tus pies y tobillos.

Tiene que ver con enfermedades de las articulaciones, los músculos y el tejido conjuntivo. Puesto que la esclerodermia es una enfermedad del tejido conjuntivo, quizá pases mucho tiempo trabajando con un reumatólogo.

Se especializan en los riñones, la vejiga y el sistema urinario tanto de hombres como de mujeres. Podrán investigar cualquier síntoma que presentes relacionado con tus riñones, como dolor o problemas al orinar. Los urólogos también se especializan en los problemas de los órganos reproductivos y sexuales de los hombres. Los hombres consultarían a este tipo de médicos para solicitar ayuda con la disfunción eréctil.